lunes, 17 de enero de 2011

Un nuevo algoritmo acelera el intercambio de información en redes

La operación podría resolver el problema de los cuellos de botella

Un equipo de investigación norteamericano e israelí acaba de hacer pública una nueva fórmula matemática que permite una distribución mucho más rápida de la información a través de redes autoorganizadas que presentan puntos de estrangulamiento. El método podría acercar el concepto casi utópico del “polvo inteligente” al día a día de la industria informática.

Del mismo modo que los sensores que detectan el tacto y el movimiento en los teléfonos móviles se hacen cada vez más pequeños, baratos y fiables, los fabricantes de ordenadores están comenzando a tomar en serio la vieja idea del "polvo inteligente" (en inglés, smartdust) , o lo que es lo mismo, una red inalámbrica de minúsculos sensores microelectromecánicos, robots o dispositivos que pueden detectar señales de luz, temperatura, vibraciones, etc. Su colocación dispersa alrededor de un hospital, por ejemplo, podría aportar información sobre la temperatura o la humedad registrada en el interior del edificio o, incluso, seguir los pasos de los pacientes.

Pero para que tales redes puedan tomar decisiones colectivas, como reconocer que un volcán está cada vez más agitado, necesitan integrar la información recogida por cientos o miles de dispositivos.

El problema reside en que las redes de sensores baratos dispersos en entornos muy variables son propensas a formar "cuellos de botella", es decir, puntos de escasa conectividad por los que deben pasar todos los datos transmitidos para llegar a la totalidad de la red.

Sin embargo, el escollo derivado de la existencia de cuellos de botella o puntos de estrangulamiento puede tener los días contados si se materializa la última idea de un grupo de científicos, con representación estadounidense e israelí, presentada el pasado fin de semana en el “2011 ACM-SIAM Simposio sobre algoritmos discretos” celebrado en Nueva Orleans. Según un comunicado del Instituto Tecnológico de Massachusetts, Keren Censor-Hillel, una postdoctorada del Laboratorio de Inteligencia Artificial e Informática del MIT, y Hadas Shachnai, del Instituto Israelí de Tecnología Technion, dieron a conocer un nuevo algoritmo que resuelve el problema de los cuellos de botella de una forma mucho más eficaz que sus predecesores.

El algoritmo está diseñado para trabajar en las llamadas redes ad hoc, una red inalámbrica descentralizada en la que ningún dispositivo actúa como supervisor de toda la red en su conjunto. En una red de sensores inalámbricos baratos, por ejemplo, cualquier dispositivo podría fallar: su batería podría agotarse o su señal podría ser obstruida. Por ello, la red tiene que ser capaz de adaptarse a la desaparición de cualquier dispositivo, lo que obliga a que no contenga ninguno con demasiada responsabilidad. Sin un supervisor la red no conoce la localización de sus puntos de estrangulamiento, pero eso no es un problema para el nuevo algoritmo, ya que como afirma Censor-Hillel "da igual dónde estén los cuellos de botella, lo importante es hacer frente a su existencia".
Fuente:
http://www.tendencias21.net/Un-nuevo-algoritmo-acelera-el-intercambio-de-informacion-en-redes_a5437.html

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